Un pasatiempo ancestral para la agilidad manual




Otra razón para alimentar vuestra pasión por las labores: tejer y bordar de forma regular ejercita las manos y el cerebro. A través de estas actividades podréis mejorar las habilidades motoras, aliviar el dolor articular y reducir el riesgo de artritis.

Nada como el ejercicio para sentirnos sanas y enérgicas. Nuestras manos también lo sienten así cuando las mantenemos en forma. Pero atención; no hay mejor práctica para los dedos que las labores de tejido y costura, al menos para nosotras, porque estas actividades nos invitan a realizar -al ritmo de las agujas- una danza manual que nos entretiene mientras mejora nuestras habilidades motrices.

Cuando tejemos o bordamos entrenamos las articulaciones y el cerebro: la memoria, la atención y planificación, la conciencia espacial y la información sensorial. El gran protagonista, sin embargo, es el cerebelo, porque él es el responsable de procesar todos estos datos y coordinar hasta los movimientos más delicados y precisos del cuerpo humano. De esta forma logramos tener manos más activas y mayor agilidad mental.

Así que, como estamos tan orgullosas de practicar y enseñar estas labores tan conocidas por nuestras abuelas, os recomendamos seguid su ejemplo tejiendo y bordando cada día más

  • para desarrollar la motricidad e incrementar las destrezas manuales de los más peques.
  • para evitar rigidez o engarrotamiento en nuestras manos por la falta de ejercicio.
  • para aliviar el dolor en las articulaciones.
  • para mejorar las habilidades motrices de personas con algún tipo de discapacidad por lesión, cirugía o enfermedad.
  • para mantener sanas nuestras articulaciones y reducir el riesgo de artritis.
  • para ejercitar nuestro cerebro.

¿Sabías que la estructura de nuestro cerebelo se parece a un ovillo de lana aplanado? En esta región que ocupa solo el 10% del encéfalo, se ubica aproximadamente la mitad de nuestras neuronas.

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