Alumna de Bichus con su primer proyecto |
Una forma de comenzar es trabajar primero con los dedos, de esta forma entenderán como se genera la trama sin la complicación de herramientas adicionales. Usar un tricotín es otra forma de familiarizarlos y conseguir que adquieran un poco destreza con hilos y agujas.
Para comenzar la lana es ideal, elige una lana acrílica de grosor medio y buena calidad. Esto facilitará el aprendizaje y la calidad es importante porque seguramente se tejera y destejerá varias veces.
También es importante elegir colores claros, evitando los oscuros y los fluo en los que los puntos no se ven tan claramente como en los primeros.
Yo suelo aconsejar empezar con agujas y ganchillos de 6mm, son lo suficientemente gruesos para que los puntos se vean claros, y no tan grandes para que los peques puedan con ellas.
Seguramente para empezar un proyecto fácil sea tejer una bufanda, hay muchas otras cosas que se pueden hacer a partir de un rectángulo tejido (como una funda para móvil, un pequeño muñeco, o un estuche para guardar lápices). Lo importante es elegir un proyecto corto, donde el niño pueda ver resultados a mediano plazo.
Es importante recalcarles que al principio es normal sentirse torpe y cometer errores.
El único secreto es la paciencia, tanto del que enseña como del que aprende. Los niños tienden a recoger las cosas más rápido que los adultos, así que no hay que estresarse e ir de a poco.
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