Muestran como se producen artesanalmente los hilados de algodon peruanos, utilizando la Pushka --un instrumento milenario, con más de cinco mil años de antigüedad y que ahora es usado por las hilanderas de una alejada comunidad campesina.
Una vez terminado el proceso de hilado, los hilos son teñidos con
extractos de plantas oriundas de Perú; mediante un proceso similar al
utilizado por las antiguas culturas preincaicas.
Se puede decir con orgullo que así se rescatan del olvido técnicas
milenarias que pertenecen al patrimonio cultural del Perú, que corrían
el riesgo de perderse con el pasar de los años.
Los hilados, una vez teñidos, son secados únicamente con el calor
de los rayos del Sol y con la acción del viento, lo que garantiza que
los hilados y tintes conserven sus cualidades propias de producto
natural y orgánico.
De esta manera, también se colabora con la disminución del calentamiento global que tanto afecta a nuestro planeta.
Finalmente, los hilados pasan al proceso de acabado, realizado en
forma manual por mujeres que pertenecen a localidades muy pobres. Este
es el negocio ético, amigable con el medio ambiente, sostenible en el
tiempo y con
responsabilidad social; ya que está alineado con las prácticas de
comercio justo internacional.
Los hilados producidos con algodón orgánico son totalmente
antialérgicos y naturales, y la gente en general queda muy agradecida
por la inmensa satisfacción que siente al usar prendas tejidas con
algodón orgánico.